Siendo como soy de una zona de costa, supongo que es lógico que este lugar me
resulte atractivo. El agua, la brisa, el reflejo del sol en la superficie…
Cada
vez estoy más convencida de que el mar crea adicción, sobre todo por la
sensación de libertad al tener frente a ti un horizonte infinito en vez de
enormes edificios de cemento y hormigón.
Por otro lado, pasar cada día por este sitio para ir a mi primer trabajo
aquí en Madrid, supongo que ha contribuido bastante a considerarlo como una de
las visiones más especiales de la capital. Reúne todo lo bueno que podría
tener, ser un rinconcito “costero” en pleno centro de Madrid.
¿Por cierto, a
que no parece Madrid?
La verdad que si que puede ser lo que más te recuerde a tu tierra... debe ser muy difícil dejar todo y venirte aquí, espero que en clase te sientas como en casa :)
ResponderEliminarEs cierto, parece un pequeño trozo de mar en pleno Madrid, la imágenes son preciosas
ResponderEliminarUna imagen muy llamativa de Madrid, ya que no se trata de edificios o carreteras. ¡Hay se pueden vivir muchas experiencias!
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